Un recorrido histórico y una reflexión sobre el presente del tango.
Nota realizada por Fernando Corrado para Generación
BA (01/06/08)
Es difícil llegar a un acuerdo cuando hablamos de los orígenes y la historia del tango. Sin embargo, hay algunos aspectos en los que no hay demasiada discusión. El tango nace en Buenos Aires a finales del siglo XIX y es la música, el baile, la poesía y la manera de sentir la Ciudad.
Muchos fueron los cambios y giros que este ritmo popular atravesó. En sus comienzos estuvo muy asociado a la música de origen negro. Cientos de esclavos negros llegaban al Río de la Plata por aquellos años dejando su impronta cultural. En sus primeros tiempos, era una danza dominada por el ritmo de los tambores, por el candombe y por la música afroamericana. Incluso, muchos historiadores sostienen que la palabra tango proviene de un dios de la tribu africana “Yoruba”, el dios Shangó.
Más adelante, con la llegada de los primeros inmigrantes, el tango incorporó el violín. A lo que de inmediato se le sumó la flauta y la guitarra que eran aportes de los criollos que habitaban el lugar. De esta manera, el tango dio su primer giro.
El segundo deslizamiento se ubica décadas después, en 1900 y está marcado por la llegada del bandoneón al Río de la Plata. Con el tiempo este instrumento sustituyó a la flauta. En la Buenos Aires de principio de siglo el tango se refugia en los suburbios, en los conventillos del sur y en los burdeles portuarios. Sus letras tienen que ver con la protesta, la disconformidad y toman un estilo picaresco y burlón. Se bailaba en la calle y entre hombres.
Un tercer desplazamiento se ubica con la llegada de los populismos al país, entre los años 30’ y 50’. Allí, se institucionalizan las orquestas, aparecen las escuelas de música y de tango. Época en la que coincide con la llegada a la ciudad de los llamados migrantes internos. Se forman las orquestas más populares y conocidas hasta nuestros días. Aparece la orquesta de Aníbal Troilo, Carlos Di Sarli, Osvaldo Pugliese, por nombrar sólo algunos. Quizás, este sea el momento de mayor popularidad y auge del tango.
Décadas más tarde, alrededor de los años 60, se presentó un giro importante, el cual, tomó una gran dimensión y una gran polémica que dura hasta nuestros días. Por primera vez se viviría con gran efervescencia una lucha de poder dentro del campo cultural del tango. Es la aparición en escena de un nuevo estilo impulsado por Astor Piazzolla.
Astor Piazzolla renovó el tango tradicional a través de la inclusión de instrumentos que no eran típicos en la orquesta, como es la guitarra eléctrica e innovaciones en lo que respecta a ritmo, timbres y armonía. También profundizó un criterio camarístico en el que se independizó del modelo clásico de la orquesta y donde no tuvieron más lugar el cantor y el bailarín. Este cambio generó una revolución que lo llevó a enfrentarse con los tangueros más ortodoxos y ser, a su vez, víctima de un fuerte boicot por parte de los medios y los sellos.
En el año 1960 conformó el primero de sus célebres Quintetos, denominado Nuevo Tango (bandoneón, violín, bajo, piano y guitarra eléctrica). Este fue el conjunto que más perduró, que causó furor entre los más jóvenes, y el más querido por Piazzolla; la síntesis musical que mejor expresó sus ideas.
Uno de sus terminantes comentarios lo llevó a decir: El tango ya no existe, existió hace muchos años atrás, hasta el 55, cuando Buenos Aires era una ciudad en que se vestía el tango, se caminaba el tango, se respiraba un perfume de tango en el aire. Pero hoy no. Hoy se respira más perfume de rock o de punk... El tango de ahora es solo una imitación nostálgica y aburrida de aquella época. Salvo, como él mismo aclaraba, el que componía Piazzolla: Mi tango si es de hoy.
A sus detractores que lo señalaban como un enemigo del tango y decían que lo que hacía Piazzolla “no era tango” les respondía: Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.
Astor encontró la forma de aggiornar todo lo que el tango dejaba afuera y
logró redefinirlo como “música contemporánea de Buenos aires”. En los años
posteriores sería reivindicado por intelectuales y músicos de rock
convirtiéndose en el músico argentino de tango más célebre en el mundo.
En estos últimos años se experimentó un quiebre importante alrededor del tango. Se desarrollan nuevas expresiones y se toma un impulso y un giro del cual los jóvenes son los principales protagonistas. Nuevas prácticas, usos y estéticas, diferentes espacios de encuentro, cambios en el estilo de baile y la aparición en escena de orquestas integradas por músicos jóvenes (muchos de ellos venidos del rock) demuestran una renovación sin equivalentes en la historia del tango. En cuanto a lo musical, se establece una fusión de ritmos y la incorporación de recursos electrónicos.
Al mismo tiempo, muchos jóvenes optaron por seguir con el tango tradicional. Es así como aparecen en escena orquestas típicas en cuanto a lo musical e instrumental pero con una impronta fresca y juvenil, con un “cantor de tango”, que ya no se presenta con traje o moño, sino que prefiere zapatillas y remera y se mueve por el escenario al mejor estilo de un cantante de rock.
Por otra parte, impactó fuerte entre los jóvenes la herencia gardeleana y el rescate del tango negro. Muchos se dedicaron a formar grupos de tango integrados sólo por guitarras, en los que incorporan, muchas veces, más de una voz y se identifican con letras simples, irónicas y tragicómicas.
Los jóvenes se apoderaron de este género, lavándole la cara y despertándolo del olvido y es por eso que hoy podemos hablar de una nueva generación que demuestra que el tango sigue vivo, sigue creando polémicas y contradicciones, pero, sobre todas las cosas, nos permite disfrutar de su música, de su baile, de su esencia.
Tango y punchi punchi
Aquí van algunas reseñas de las bandas más relevantes del tango electrónico. Desde sus pioneros hasta los últimos en aparecer en escena.
Bajo Fondo
Este grupo está integrado por prestigiosos artistas. Impulsado principalmente por Gustavo Santaolalla, es uno de los pioneros en el ambiente. Sus creaciones están basadas en la fusión de diversos estilos electrónicos (house, trance, trip hop, dub, drum n' bass, etc.) con los sonidos tradicionales del tango. Un cruce entre el tango y la electrónica, una pareja explosiva que pasa del amor al odio en un abrir y cerrar de ojos, pero que sigue aportando al tango inéditas y maravillosas composiciones. Cuenta en su haber con la participación, en algunos temas, de Adriana Varela, que con su particular y conocida voz, le aporta una interesante estética al grupo.
Narcotango
Liderado por Carlos Libedinsky, es uno de los impulsores del género. Su música es la más elegida por los bailarines jóvenes y audaces por comprometerse con esta nueva forma de sentir y bailar el tango. Fusionan diferentes géneros como el trip hop y la música medieval y reconocen a Osvaldo Pugliese y a Caros Di Sarli como su primordial fuente de inspiración. Intentan no desvirtuar los sonidos acústicos de los instrumentos tradicionales e incorporan los recursos electrónicos. Sus temas fueron y son usados en cortometrajes y en programas de televisión, tanto argentinos como extranjeros.
Gotan Project
Es quizás el más “respetuoso” de la tradición de los grupos de tango electrónico. Intentan, partiendo de las raíces del tango, buscar nuevos rumbos y diferentes caminos. Reconocen a Carlos Gardel como su base de inspiración y tratan de crear su estilo sin cambiar la esencia del tango.
Tango, tradiciones y vieja guardia
En la vereda de enfrente, nos seguimos encontrando con una maravillosa producción cultural llevada adelante por los jóvenes. Son los partidarios del tango tradicional. Entre ellos se destacan los siguientes grupos y orquestas:
La Chicana
Este grupo está compuesto por talentosos artistas y músicos, como lo son Acho Estol y Dolores Solá y en sus creaciones rescatan el tango anterior al ‘40, caracterizado por su espíritu transgresor, su estilo arrabalero y desafiante, en donde están presentes el melodrama y la mezcla entre el humor y la tragedia. Sus letras, la mayoría compuestas por Acho Estol, abordan temas y problemas de actualidad sin dejar de lado en ningún momento el estilo tragicómico y la ironía. Dentro de las melodías incorporan ritmos provenientes de otros géneros, en especial se ocupan de destacar el origen africano de la milonga y de añadir en su repertorio temas del folclore argentino.
Orquesta Típica Fernández Fierro
Es una de las orquestas de tango que más dio que hablar en los últimos tiempos. Sin salirse de los límites del tango tradicional en cuanto a lo musical, abordan un estilo diferente. Tocan tangos tradicionales con arreglos propios y componen temas en los que su característica principal es la fuerza y la potencia. En sus creaciones siguen la línea de Osvaldo Pugliese. Otra característica que distingue a la orquesta es la vestimenta y el peinado. Abandonaron el traje oscuro y el moño para vestirse con remeras, camperas de gimnasia y gorra. En cuanto al peinado, se encuentran en las antípodas del estilo tanguero, ya que la mayoría de sus miembros usan rastas.
Las del Abasto
Es una orquesta típica integrada por mujeres. Interpretan tangos
tradicionales, tanto instrumentales como cantados y cuentan en su haber con la
creación de extraordinarias letras propias en donde mezclan con humor e ironía
el drama y la tragedia. Se inscriben dentro de la vieja guardia, destacando en
sus temas el espíritu del tango simple y picaresco.
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