Tango electrónico: Del arrabal al chill out


Controvertido desde sus inicios, el tango se mezcla con máquinas y da origen al polémico sonido tecno del 2x4.

Por Alejandra Rodríguez

"A la hora en que quedan pocas parejas bailando en la pista y la magia visita la milonga, …, en ese momento comencé a imaginar la música que quería bailar y ver bailar", dice el guitarrista Carlos Libedinsky al contar cómo llegó a mezclar el ritmo del 2x4 con los sonidos electrónicos de este siglo. Aquellas noches distaban un par de años del 11 de diciembre de 2003, cuando el gobierno porteño decidió festejar el Día Nacional del Tango con una "rave" tanguera en plena calle Corrientes. Los latidos del tecno entusiasmaron a los más jóvenes al tiempo que irritaban a los "milongueros" que se habían acercado para recordar el nacimiento del Zorzal. Esa noche dio luz a una discusión recurrente en la historia del tango: ¿le pertenece al género esta nueva forma musical que fusiona la tradicional cadencia rioplatense con los medios electrónicos? El bandoneonísta Rodolfo Mederos, un innovador que se acercó al rock y tocó con Pugliese y Piazzolla, calificó al tecnotango como "una forma de ignorancia", y lo consideró un camino erróneo en materia de búsquedas estéticas.

En otra orilla, Adriana Varela y Raúl Lavié aprueban la tendencia y hasta ponen su voz entre beats y samplers. La novedad irrumpió cuando Gotan Project -liderado por el argentino Eduardo Makaroff- batió récordes de ventas en Europa con su CD La Revancha del Tango. Al poco tiempo, el colectivo de artistas argentinos y uruguayos BajoFondo TangoClub, producido por Gustavo Santaolalla (ex Arco Iris) y Juan Campodónico, funcionó como abridor de puertas en el mercado local. Aparecieron nuevos discos, como Tango Crash, del dúo integrado por el contrabajista Martín Iannaccone y el pianista Daniel Almada; Narcotango, de Libedinsky; Astornautas, del quinteto Ultratango, y MacDougall Tango, el EP del grupo rosarino San Telmo Lounge. Al mismo tiempo, se editaron compilados de artistas diversos, aquí y en el exterior.

"Esto no es tango" escuchó Piazzolla cuando su provocador bandoneón hacía vibrar al mundo. Unas cuantas décadas atrás, el rechazo local se había hecho notar en los elegantes salones porteños que sólo abrazaron la milonga tras su triunfo en París. No le faltaron detractores a Gardel, a Troilo ni a Pugliese. Fiel a su origen orillero, en toda nueva vuelta de tuerca que cada época le da, el tango vive y parece continuar su interminable evolución en este siglo XXI "problemático y febril".

¿Es tango eso que suena en tu sampler?

¿El tango electrónico es el futuro del 2x4?, le preguntó esta cronista a Carlos Libedinsky, guitarrista, cantante y compositor que en septiembre último grabó el CD Narcotango. Para este músico de 42 años aficionado a la milonga, su música "es sin duda de Buenos Aires, con el condimento cosmopolita de la electrónica", algo que considera muy saludable. "Una expresión cultural que se paraliza y queda sólo como tradición corre el riesgo de morir", sentencia.

Dos o tres veces en la semana, se lo puede encontrar en las pistas de La Catedral, el Parakultural o La Glorieta de Belgrano, “y en verano, en La Calesita”, milonga al aire libre de Nuñez. Descubrió la danza al concluir la década del 90, durante una gira en Lisboa. La música del 2x4 le había llegado a los 30 años, cuando la madrugada lo encontró cantando tangos en una guitarreada entre amigos.

El mismo Libedinsky que se conmueve bailando temas de Pugliese y escucha a Tom Waits, Björk y Massive Attack, buscó una forma de darle "contemporaneidad" a la música milonguera. "Hubo un momento en que necesitaba algo que me conectara más con el 2000. Y no estaba solo. Otra gente que baila también necesita una nueva música; algo más corporal", así explica el origen de su disco, "un abrazo profundo entre el tango y la atmósfera musical electrónica de nuestro tiempo".

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Hijos del tango

"Fuimos los primeros", afirma Leo Satragno, de Ultratango, cuando recuerda que junto con su hermano Gastón, compusieron el tema tecno con alma de bandoneón, Rosa porteña, en 1994. Fue parte de uno de los tantos discos de El Signo, dúo de música electrónica nacido hace18 años. "Lo llevamos a las discográficas y nos decían 'esto no va a andar'; hasta que llegó Gotan Project con sus ventas en Europa y se abrió el juego", cuenta el hijo de la conductora Pinky y el cantor de tangos, Raúl Lavié. El dúo, que convocó multitudes en las discotecas y en las raves (en Palermo juntaron 160.000 personas), decidió formar un quinteto de tango sin renunciar a las máquinas. Michelángelo 70 es uno de los hallazgos del disco Astornautas, dedicado en un cincuenta por ciento a temas de Piazzolla, el primero del quinteto que se completa con Sami Abadi (violín), Julio Pérez (bandoneón) y Braulio D'Aguirre (percusión) -en el disco se suman el bandoneonísta Mariano Cigna y la voz de Lavié-. Pero en 2001, los Satragno habían editado un compilado de sus versiones tangueras que tuvo una insólita repercusión en la FM 2x4.

Los guía la consigna de respetar las formas originales de los temas a los que agregan batería electrónica, sintetizadores y efectos, con el fin de "modernizar los instrumentos y sacarle lo tedioso y dark (sic) que tiene el tango para hacerlo más pop y alegre", explica Leo, que piensa en un próximo disco -"para 2005"-, con tangos tradicionales y bailables en las milongas.

Papá Lavié le pone voz a un Invierno Porteño con sones electrónicos, y el hijo define que el tango tecno o dance es "la actualización a 2004 de la música ciudadana".

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¿Demasiado joven para el 2x4?

"Yo no viví el tango, ni conozco la humedad, voy al boliche y no espero bailar tango, sí expresarme como músico", dice Juan Manuel Aguirre (27), productor de música electrónica y electroacústica. A su lado, sorprende ver a Julia Peralta, con sus apenas 21 años, poniéndole el cuerpo al fuelle. Ella llegó al tango luego de años de piano, cuando la fascinó el bandoneón. Por su parte, Martín Delgado (29) despliega en las cuerdas su bagaje de conservatorio de música, banda de rock y cierta incursión jazzera.
El trío San Telmo Lounge, que a pesar del nombre reside en su Rosario natal, comenzó en 2001 a experimentar y a vincular el remix con el 2x4, "sin proponer esa inmediatez de lo bailable que tiene el tango, sino una música que rescate el espíritu tanguero".

Delgado confiesa que cuando comenzaron su experimentación musical no conocían las bandas que se hicieron célebres en el rubro, como Gotan Project y BajoFondo; "los escuché cuando ya tenía compuestos algunos temas". Afirma que cada grupo marca su diferencia a la hora de "plantear la incorporación de otros elementos instrumentales al tango, como sucedió con el jazz", sólo que al comparar ambas fusiones reconoce que este último ofreció menos resistencia a la mezcla.

Si se trata o no de una corriente que crecerá lo dirá el tiempo. Según Aguirre, "aparece una camada, se presenta una movida que marca un comienzo, pero después habrá una decantación y perdurará quién fue sincero consigo mismo".

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Argentinos en París

Gotan Project se inició en 1999 por iniciativa del francés Philippe Cohen Solal y el argentino residente en París, Eduardo Makaroff. Poco después, se unió el suizo Christoph H Muller y el selloYa Basta!, de Solal, editó la primera grabación del grupo en febrero de 2000, Vuelvo al Sur/ El Capitalismo Foráneo. Pero fue el primer álbum, La revancha del Tango, al vender 750.000 copias en Europa -en octubre de 2001-, el que llevó al terceto de tango electrónico a los grandes escenarios del Viejo Continente, con un show que incluye performances en video y la contrastante armonía proveniente de instrumentos acústicos y máquinas.
Discípulo de Tata Cedrón, Makaroff se unió a sus socios provenientes de la electrónica con la ilusión de "devolver el bandoneón a la pista de baile", una revancha tomada "para que nuestra cultura ocupe el lugar que se merece".

La historia de Daniel Almada y Martín Iannaccone comenzó en Buenos Aires, cuando en 1987 formaron un dúo de música fusión que trabajaba sobre la fórmula "percusión electrónica-bajo-programación sonora". Pero pasaron 15 años hasta que el dúo se reencontrara -vía correo electrónico (Almada vive en Suiza desde 1990)- y comenzaran a pergeñar las primeras notas de temas como Pararrango, que dieron origen al álbum Tango crash, en el que mezclaron las tendencias musicales de hoy con las raíces del 2x4. Una versión electrónica de El Choclo, la voz de Perón colándose en algún tema y composiciones propias forman parte del disco que nació hacia finales de 2002 y hoy se muestra en shows en vivo por toda Europa.

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Electronic Tango: from the arrabal to the chill out

Controversial from its beginnings, tango mixes with machines and gives birth to a polemic 2x4 techno sound

By Alejandra Rodríguez

When a few couples stay on the dance floor and magic visits to the milonga…, at that moment I started to imagine the music I wanted to dance and to see dancing", says guitarist Carlos Lidedinsky as he reminds how he came to mixing 2x4 rhythm with electronic sounds. Those nights were a couple of years before December 11, 2003, when the porteños' government decided to celebrate the National Day of Tango with a "rave tanguera" in Corrientes Street. Techno beats excited the youngest while "milongueros" exasperated. That evening a recurrent discussion was back for the history of tango: Does this new musical form belong to the traditional Rio de la Plata's cadence?

Bandoneon player Rodolfo Mederos, an innovator who got closed to rock and has also played with Pugliese and Piazzolla, described techno tango as "a way of ignorance", and consider it a wrong course for aesthetic search. On the other hand, Adriana Varela and Raúl Lavié approved the trend and even put their voices among beats and samplers. Novelty burst into when Gotan Project -headed by Argentine Eduardo Makaroff- exceeded all the records with its CD La Revancha del Tango. Later on, the collective band formed by Argentine and Uruguayan artists -BajoFondo TangoClub-, produced by Gustavo Santaolalla (former Arco Iris) and Juan Campodónico, opened the doors in the local market. New records appeared, such as Tango Crash, by the duet formed by Martin Iannaccone (bass) and Daniel Andrada (piano); Narcotango, by Libedinsky; Astornautas, by the quintet Ultratango, and MacDougall Tango, by the group from Rosario city, San Telmo Lounge.

"This is not Tango", Piazzolla used to hear this phrase when his provocative bandoneon made the world vibrate. Some decades behind, the local repulse had been noted at the most elegant ballrooms in Buenos Aires, where milonga was only accepted after its success in Paris. Gardel, Troilo and Pugliese also had detractors. Loyal to its unorthodox origin, at every new turn, tango lives and seems to continue its endless evolution in this "problematic and feverish" 21st. century.

Is your sampler playing Tango?

Some of the new recordings which relate tango and techno sounds are:

  • Narcotango, by Carlos Libedinsky.
  • Astornautas, by Ultratango, the band formed by Leo and Gastón Satragno (sons of tango singer Raul Lavie), Sami Abadi (violin), Julio Pérez (bandoneon) & Braulio D'Aguirre (drums).
  • La revancha del Tango, by Gotan Project, with Eduardo Makaroff, Philippe Cohen Solal and Christoph Muller.
  • Tango crash, by the duet Daniel Almada & Martín Iannaccone.
  • MacDougall Tango, the EP of the group San Telmo Lounge.



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