Carlos Libedinsky

Cuando todavÌa persisten focos de debate acerca de si la m™sica de Astor Piazzolla es o no tango, llega un desafÌo a™n mayor a la tolerancia de la m·s ortodoxa e intransigente vieja guardia tanguera.

Ya desde el nombre puede provocar escozores: tango electrÛnico, le dicen. Dos palabras que se recomienda pronunciar lenta y respetuosamente si se sacan como tema de conversaciÛn, por ejemplo, ante los parroquianos del bar El Chino, de Pompeya.

Pero ahÌ est·, no se puede ignorar. Aunque hubo intentos anteriores, los primeros en trascender con esta nueva ola de fusiÛn de bandoneones y ritmos electrÛnicos fueron Gotan Project, ensamble del argentino Eduardo Makaroff y m™sicos europeos. El gran p™blico conociÛ despuÈs Bajo Fondo Tango Club, proyecto del siempre atento productor Gustavo Santaolalla, que tambiÈn mezclÛ fueyes y bandejas de DJ y hasta cortÛ el tr·nsito de la avenida Corrientes para armar un gran baile hÌbrido a fines del aÒo ™ltimo.

En este contexto, el abarcador VI Festival Buenos Aires Tango le dio tambiÈn un lugar en su programaciÛn a la tecnomilonga, y de alguna manera oficializÛ el fenÛmeno, por si hiciera falta. Grupos como Narcotango, Ultratango y San Telmo Lounge se presentaron en el Chacarerean Teatre, sala de una ubicaciÛn que no desentona con la propuesta: Palermo Hollywood.

Preguntas y respuestas

Narcotango, por ejemplo, tuvo su turno anteanoche. Y su lÌder, el guitarrista Carlos Libedinsky, no por nada eligiÛ hablar antes de tocar el primer tema: "A esto le dicen tango electrÛnico, pero øquiÈn sabe quÈ es?", preguntÛ, consciente de que la cosa suscita ciertas dudas.

Naturalmente, por tratarse de un supuesto subgÈnero emergente la pregunta de Libedinsky se replanteÛ en cada obra de Narcotango en esa noche y se adivinaba tambiÈn rondando el momento Ìntimo de la composiciÛn: øes tango?, øes tecno?, øes tango electrÛnico?, øcÛmo se baila?

Efectivamente, la m™sica del sexteto se apoya sobre bases programadas y baterÌa en vivo, pero sintetizada, de tiempos variables, pero siempre firmes, adem·s de samplers y teclados.

Sonido de bandoneÛn

Por otro lado, cuenta con el definitorio sonido del bandoneÛn, de ineludible connotaciÛn, ejecutado justamente por el m·s interesante "narcotanguero": Patricio Bonfiglio, un dark de interpretaciÛn emotiva e intensa, actitud experimental y piercings, conocido por su trabajo con la Orquesta TÌpica Fern·ndez Fierro. Cierran el cÌrculo la guitarra de Libedinsky, algunas percusiones, un violÌn y un contrabajo de buena madera.

El estilo, entonces, parece plantearse por la instrumentaciÛn, por las herramientas antes que por el lenguaje. Pero, ø"Vi luz y subÌ", con el que abren, serÌa tango si no tuviera bandoneÛn? El tango es tango por m·s que no suene ning™n fueye, pero øse puede decir lo mismo del tango electrÛnico? øPuede la tecnomilonga ir m·s all· de la cita de algunos clichÈs tangueros sobre un soporte digital?

Los que no dudan, sin embargo, son los jÛvenes locales y extranjeros (en proporciones similares) que festejan cada pieza de Narcotango. Para quÈ hablar de las valientes parejas que salen a la pista e intentan seguir el ocasional ritmo house como si le sacaran viruta al piso de la ConfiterÌa Ideal, La Flor de Boedo o La Catedral.

Narcotango avanza con un remix en vivo de "Mi Buenos Aires querido", nada menos, con pasajes de improbables gÈneros como "milonga dub" y "trip hop candombero", casi todos con climas eminentemente cinematogr·ficos, como bandas de sonido de pelÌculas sobre la bohemia porteÒa contempor·nea. AsÌ, hasta llegar a los bises de un repertorio impecable.

La pregunta fundamental, no obstante, sigue en el aire, entre los aplausos: øes el tango electrÛnico un oxÌmoron?

Daniel Flores

<< Comienzo de la nota